Hoy me he decidido a poner la tarta de chocolate con galletas que hacía con mi madre cuando yo era pequeña. Me trae maravillosos recuerdos con ella trajinando en la cocina.
Esta tarta la he compartido luego con mi hija Marta, y con mi hijo Nacho. A los dos le sigue gustando, quizás por los mismos motivos que a mi.
Buscaba una receta ya publicada para compartirla en Facebook, pero no encontraba exactamente la que nosotras hacíamos, asi que aquí teneis la de mi madre, la Yaya, a partir de su primera nieta.
Espero que os guste!
TARTA DE CHOCOLATE CON ALMENDRAS DE LA YAYA.
INGREDIENTES:
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2 paquetes de
galletas María
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2 vasos de
leche.
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1 palo de
canela.
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1 chorreón de
brandy, o vino dulce.
Para la cobertura:
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3 cucharadas
de maizena, harina de maíz.
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Cacao en
polvo tipo nesquik , 3 o 4 cucharadas grandes hasta que la leche se ponga
oscura.
Para el relleno entre galletas.
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La yema de
dos huevos
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1 tableta de
chocolate con almendras
-
250 gr de
mantequilla o margarina temperatura ambiente.
-
150 gr de
azúcar.
En primer lugar se ralla
la tableta de chocolate con almendras de forma que queden trozos gorditos y se
pone en un bol. Nos encanta encontrar los tropezones de chocolate y de
almendras cuando ya está muy fría. Yo lo hago con un cuchillo, teniendo mucho
cuidado.
Al chocolate rallado se
le añaden las 2 yemas, el azúcar y la
mantequilla. Se remueve bien hasta conseguir una pasta homogénea, y ya está
hecho el relleno.
En un cazo al fuego se
calienta la leche con la canela y un poquito de brandy, si hay niños pequeños
se quita el alcohol, no pasa nada.
Ponemos una fuente o
plato redondo para la primera capa de galletas, teniendo en cuenta rellenar el
centro con otra galleta y así se sujetan las unas en las otras, remojadas en la leche ya templada.
Se añade una capa gruesa
de la pasta y se aprieta un poco la siguiente capa de galletas remojadas, con
cuidado de no romperlas.
Ya está hecha la tarta!
Ahora con la leche
aromatizada con canela que nos ha sobrado de mojar las galletas, ponemos el
cacao en polvo hasta que quede oscuro y hacemos la cobertura. Se añade la
maizena en un poquito de leche fría y al cazo. Se remueve a fuego lento hasta
que se espese y con una lengua de plástico, (cuchara con el extremo blando) se
napa o unta por toda la tarta. Nunca queda perfecto, pero eso también la hace
más casera.
Luego tiene que estar en
el frigo unas horas y yo la decoro ya fría.
Podéis utilizar lo que
queráis, nata montada y guindas, coco y lacasitos, cualquier cosa que sea clara
le sienta bien, ya que quedará casi negra con la cobertura.
Ahora a disfrutar con la
familia!
