Este es un ejemplo sencillo y práctico de como con un mantel blanco, salvamanteles en rojo y servilletas de papel del mismo color, se puede hacer una decoración alegre y elegante para una cena de Navidad.
Me parece imprescindible que el mantel y la vajilla sean del mismo color, en un tono neutro como el blanco o el beige, lo que nos permitirá cambiar la decoración cada año si ese es nuestro deseo. Hay multitud de posibilidades para combinar con solo cambiar salvamanteles y servilletas.
Respecto a la cristalería, es recomendable en una cena tan especial poner al menos tres copas por comensal. En mi caso, hasta los niños han tenido esas copas, una para refresco, otra para agua y en su caso un chupito de sidra a la vez que lo mayores tomábamos cava. Eso les hace sentirse especiales esa noche.
También hay que tener en cuenta, que en esas noches nos sentamos más personas a la mesa de lo habitual, por lo que es muy cómodo y decorativo personalizar cada servicio. Durante años ha sido mi hija con un dibujo navideño en una cartulina quien ha puesto nombre a todos, pero si lo queremos hacer mas estético, venden tarjetitas para ese fin en las papelerías, y se pueden poner en el plato , en el servilletero, en un bouquet de flores delante de los salvamanteles, etc.
El centro de mesa debe ser sencillo y de poca altura, con el fin de que los invitados se sientan cómodos y dejemos espacio suficiente para bandejas y fuentes de comida. Debemos respetar la decoración temática del comedor, incluir colores pero también neutralizar con motivos naturales como piñas, nueces, castañas y alguna vela. Esto pondrá el equilibrio para no recargar en exceso, y dejar como protagonista al conjunto de la decoración, incluyendo la propia comida.
Espero haberte ayudado con este tipo de consejos a hacer especial esa reunión familiar. También es importante que tus invitados perciban el esfuerzo que has realizado por crear un ambiente agradable y sepan valorarlo.
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